14 Jul CEROPLAST Y OZEANO SWIMWEAR, UNA APUESTA LOCAL SOSTENIBLE
Raquel Díaz y Shaina Alonzo lideran dos proyectos: CeroPlast, que busca inspirar a llevar una vida libre de plásticos de un solo uso, y Ozeano Swimwear, sus trajes de baño hechos con botellas recicladas
Para lograr un cambio en los hábitos de consumo sobre el plástico y demás agentes contaminantes, no solo basta con quejarse, sino que hace falta accionar. Esa es una premisa que tienen clara Raquel Díaz y Shaina Alonzo, quienes, a través de iniciativas sostenibles, pretenden llevar un mensaje de concientización respecto a la importancia de cuidar del medio ambiente.
A pesar de que para ellas todo empezó como un hobby, hoy en día, bajo el nombre de Isla Eco, estas dos jóvenes emprendedoras lideran los proyectos CeroPlast, los cuales buscan inspirar a las personas a tener un estilo de vida libre de plásticos de un solo uso y dan a conocer su marca de trajes de baño hechos con tela de botellas recicladas, Ozeano Swimwear.
Con CeroPlast buscan que se desechen los plásticos de un solo uso ofreciéndoles a los consumidores alternativas sostenibles. ¿Creen que República Dominicana va por buen camino para que, en un futuro no muy lejano, se elimine por completo este tipo de plástico?
Raquel: Entiendo que ha aumentado la conciencia colectiva. En dos años que tengo trabajando arduamente con esto, sí puedo decirte que ya es un tema de conversación, un tema sobre el que la gente está interesada en aprender y educarse. Como país sí vamos por buen camino, aunque todavía falta muchísimo por hacer.
Al ver los trajes de baños de Ozeano Suimwear es casi imposible deducir que están hechos de tapas de botellas de plástico. ¿Cuál es el proceso por el que tiene que pasar este material para dar como resultado un bañador?
Shaina: La tela que nosotros utilizamos está hecha a base de plástico reciclado, que vendría siendo un poliéster reciclado. Lo que muchas personas no saben es que el poliéster regular, que se usa mucho para los trajes de baño y la ropa deportiva, está hecho a base de plástico, pero uno nuevo. Lo que hacemos nosotros es utilizar un textil a base de botellas de plástico reciclado. La ventaja de esto es que nos ahorramos energía, emisiones de dióxido de carbono y agua. El proceso realmente reduce las emisiones de energía en un 50 o 60 % versus el tradicional. En cuanto al proceso de la tela, el plástico primero se lava, luego se tritura, después pasa por una maquinaria que une esas hojuelas pequeñas y por último pasa por otra maquinaria que las une y forma los hilos.
Existe cierto mito con relación a que si algo está hecho de productos reciclados debería ser más económico. ¿Crear en base a elementos reciclados es más costoso y complicado, o fácil y económico?
Raquel: Es complicado, porque obviamente es un proceso que requiere bastante tiempo, es más tedioso e incluso es muchísimo más costoso. Por ejemplo, el proceso de convertir el plástico en tela no se hace a nivel local, lo que quiere decir que se hace fuera. Ya después de que la tela está lista, nosotras sí nos encargamos de la confección, el estampado, y todo eso conlleva tiempo y un costo.
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